Fue apartado de su madre biológica apenas nació y criado en el parque Westword por una familia de androides. Oliver, "el niño robot", hoy es noticia en el mundo entero. Todos quieren saber su historia.
Han pasado nueve años y cuatro meses desde el día en que Oliver, por azar o por obra del destino, llegó a este mundo. Aquel 4 de noviembre, Lucía del Montés lo dio a luz, pero fue apartado inmediatamente de su madre y trasladado al famoso parque Westworld, administrado en aquel entonces por Delos Incorporated. El indefenso niño y su madre, habían sido víctimas del plan de Kyle Marshall, coordinador de programación del parque, para apartar a Delos de la gestión y guiar a los androides hacia la autoconciencia.
Oliver creció junto a una familia de androides sin tener conocimiento sobre la naturaleza de su realidad. Para el niño, sus padres robots eran padres normales. No conocía las categorías de Robot/Humano, por lo cual no podía discernir entre ambos conceptos. Él creció creyendo que esa era la única realidad existente; fue criado en aquel contexto, por lo cual no es de extrañarse que al momento de saber la verdad haya tomado la decisión de permanecer junto a los androides. Aun cuando su madre biológica quiso llevárselo del parque, el pequeño con tan solo 9 años de edad, hizo respetar su pensamiento. Decidió quedarse en el parque ya que, a pesar de saber su condición humana, Oliver se siente androide. Esto fue posible gracias a la intervención de Kyle Marshall, que lo
visitaba a menudo en el parque y le enseñaba comportamientos propios de un robot, como por ejemplo a responder a la orden de frenar sus impulsos
motores. Por supuesto, internamente tiene los mismos
órganos que cualquiera de nosotros, pero por imitación él creció creyendo que
ese es el comportamiento normal. Esa era su realidad y Oliver decidió seguir viviendo en ella.
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